Happy Valley, otra joya inglesa imprescindible

La semana pasada concluyó la segunda temporada de Happy Valley (BBC, Canal+ Series) y poco ha tardado en anunciarse su renovación para una tercera temporada que seguirá acercándonos a la realidad de este valle no tan feliz. Sin duda, una continuación merecida para una de las mejores series inglesas del momento. Doce capítulos (divididos en dos temporadas) que continúa demostrándonos la facilidad que tienen los británicos para, a raíz de hechos cotidianos, construir grandes historias.

Happy Valley es una mezcla entre thriller policíaco y drama familiar. Una historia maravillosamente contada que engancha al espectador desde el primer episodio por su estilo original, su sencillez humana y por la realidad que se esconde detrás de cada personaje. Un elenco muy bien elegido entre el que destaca su protagonista, una gran Sarah Lancashire, pero sin dejar rezagados a los secundarios. Happy Valley es de esas series que querrás ver del tirón, devorando capítulo tras capítulo, solo para ver cómo se va desenredando la maraña en la que se ven inmersos todos los personajes.

Esta serie nos cuenta, desde la sencillez más provocadora, la historia de la sargento de policía Catherine Cawood. En la primera temporada nos adentramos en una investigación policial centrada en el secuestro de la hija de un importante empresario. Un secuestro en el que se verá envuelto el violador de la hija de nuestra protagonista.

En la segunda temporada continuaremos sumergiéndonos en el día a día de Catherine, en su trabajo como policía y en su vida familiar con su hermana, su nieto y su hijo. Una aparente tranquilidad que se verá rota con un caso de asesinato que traerá a la serie un nuevo detective y muchas más novedades.

Sencillez y eficacia al servicio de la historia. El realismo por bandera. En Happy Valley nos muestran la cotidianidad de una pequeña localidad que no es tan tranquila como podría parecer a primera vista. Un retrato fiel de un pueblo en el que las drogas, las familias rotas o el alcoholismo están a la orden del día. Una aproximación al interior de los personajes, sus sentimientos más ocultos, sus miedos, sus miserias… Un viaje a las decisiones carentes de cualquier moral que acaban por complicarse y destrozarlo todo.

El nieto de Catherine querrá conocer a su padre
El nieto de Catherine se meterá en un buen lío

Aunque se suele decir que las comparaciones son odiosas, Happy Valley tiene mucho de Fargo. Si te gustó Fargo, te gustará Happy Valley. Si no has visto Fargo, tienes que ver Fargo. Ambas series nos muestran las consecuencias de los errores de un hombre corriente (Kevin en la primera temporada de HP y Lester o Ed en Fargo) y cómo un policía también normal y corriente (interpretado en ambos casos por una genial figura femenina) deberá resolverlo todo por su cuenta, sin demasiada ayuda.

Happy Valley es una de esas series que merece la pena ver porque, además de la acción y la aventura que nos deja el thriller, tenemos una carga emocional importantísima que completa cada capítulo hasta convertirlo en una pequeña obra de arte. Ocho millones de espectadores y varios premios la avalan (Entre ellos, el BAFTA al mejor drama británico).


 

Series similares: Fargo, The missing.
Lo mejor de Happy Valley: la combinación perfecta entre thriller y drama, la protagonista, los personajes secundarios, sus brillantes diálogos.
Nota: 9.

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