¿Cómo han cambiado las series en la última década?

La década 2010-2019 ha supuesto toda una revolución dentro del mundo de las series. En estos años ha cambiado por completo el panorama del entretenimiento televisivo tal y como lo conocíamos hasta el momento. Hemos dejado atrás una década transformadora, especialmente, en los hábitos de consumo de estas series por parte de la audiencia.

Durante estos años hemos podido disfrutar de más producciones televisivas que nunca y, probablemente, de mayor calidad que nunca gracias a presupuestos millonarios nunca antes vistos en televisión. Tenemos tanta oferta y tan buena que prácticamente no podemos ni abarcarla. Por poner un ejemplo, en 2018 se produjeron el doble de series que hace 10 años. Solo Netflix produjo más de 700 series originales en 2018.

Y hablamos de televisión, pero las series de televisión ya ni siquiera se ven televisión. O al menos, no solo en ellas. Portátiles, tablets y hasta móviles son dispositivos donde cada vez se consumen más productos audiovisuales.

La gran revolución de esta década: las plataformas de streaming

Llevamos tiempo viviendo el boom de las plataformas de streaming y, de su mano, el boom de la seriefilia. Hoy en día todo el mundo consume series, todo el mundo habla de series y todo el mundo, en mayor o menor medida, está al día de las grandes súper producciones.

Parece extraño decirlo, pero hace unos años esto no era así. Por norma general (siempre con excepciones, claro), las series permanecían más en un segundo plano, no se les daba tanta importancia más allá del puro entretenimiento y las más consumidas en nuestro país eran aquellas de producción propia o esas series procedimentales que tan buen resultado daban a las cadenas de televisión. CSI, Bones, Entre fantasmas, Caso abierto… son algunas de las series americanas que más éxito tenían en España en los primeros 2000 entre el gran público.

Ahora el streaming ha desbancado a la televisión y afortunadamente, a la piratería, que no es que haya desaparecido, pero sí ha quedado relegada. Hoy en día tenemos un gran número de plataformas a precios realmente asequibles, lo que hace que sea menos “necesario” recurrir a métodos ilegales para ver las series de moda. Lejos quedan los 72 minutos de Megaupload o la recurrente Seriesyonkis.

Para que nos hagamos una idea de este boom con números, Netflix tenía en 2010 unos 20 millones de suscriptores en todo el mundo. En 2019 el gigante rojo cerró el año con 160 millones de suscriptores.

Además, las plataformas de streaming no solo están para distribuir contenido de otras productoras, sino que cada vez crean más contenido propio, en parte para evitar la lucha por los derechos de producciones externas. Ahora tenemos acceso a un clic a miles de nuevas producciones. Pero no solo eso, sino que casi involuntariamente también ha supuesto el resurgir de otras que hace años terminaron. Friends o The office están, gracias a estas plataformas, tan en boga hoy como lo estaban en su día.

Pero no solo ha cambiado la forma de consumir estas series, sino las producciones en sí mismas.

Para empezar, está cambiando su formato y duración, ahora las series cada vez son más cortas. Lejos quedan esas temporadas de 22 capítulos tan típicas de las networks americanas, ya nos hemos acostumbrado a temporadas de 13, 10, incluso 8 o 6 capítulos y también es frecuente ver capítulos de duración más reducida. Los dramas ya no tienen que durar 50 minutos y hasta podemos ver series de 10-15 minutos por capítulo (Bonding, Special…)

Bienvenidos a la era del «binge-watching»

¿Os acordáis cuando teníamos que esperar una semana para ver un nuevo capítulo? Hoy esto ya no es así, o al menos no siempre. Muchas plataformas optan por el sistema de ofrecer temporadas completas bajo demanda y fomentar así los “atracones de series” (el famoso «binge-watching»). Algo que comenzó con Netflix, concretamente con el estreno en 2013 de la primera temporada de House of Cards. Muchas le siguieron, pero también algunas (como HBO o Apple TV) han vuelto al clásico semana a semana, sobre todo para mantener el interés del espectador durante más días y alargar así la conversación seriéfila. Un regreso a las viejas costumbres. Ya se sabe, todo vuelve.

Más estrellas, más autores y más mujeres en televisión

Además, los rostros que vemos en la pequeña pantalla también han cambiado radicalmente. Hace años era inviable pensar en ver a grandes estrellas de Hollywood actuando también en televisión (una especie de categoría “menor” para muchos). Sin embargo, hoy nos resulta de los más normal poder ver a Michael Douglas, Julia Roberts, Nicole Kidman o Al Pacino en nuestras favoritas de Netflix, HBO o Prime Video. Esta década ha supuesto, sin duda, el aumento de prestigio definitivo de la televisión.

¿Y sobre los contenidos? En los últimos años hemos visto muchas series distópicas: El cuento de la criada, Black Mirror, Day a day…; Muchas antologías (series con episodios o temporadas autoconclusivas) como Fargo, True Detective, American Horror Story… Y muchos y muy buenos “true crimes”: Making a Murderer, The Jinx, Así nos ven…; Menos sitcoms y más comedias de autor: Girls, Atlanta, Master of none, Fleabag… Y, por supuesto, ha sido la década de Juego de Tronos, el último gran «evento» televisivo global, un verdadero fenómeno de la cultura pop de nuestros días. Todo un icono.

También parece importante destacar el papel de la mujer en las series de los últimos años. Mientras que en los 90 o los primeros 2000 las mujeres tenían un papel completamente secundario con un rol de esposa/madre/hija en ficciones protagonizadas por hombres, ahora cada vez tenemos más ficciones protagonizadas por mujeres o donde estas tienen un papel relevante y que, además, han sido ampliamente reconocidas por la crítica y los espectadores (Big Little Lies, Killing Eve, El cuento de la criada…).

Además, las mujeres van ganando voz detrás de las cámaras, aunque todavía queda mucho por hacer, podemos hablar de grandes showrunners como Shonda Rhimes, Phoebe Waller Bridge o Lena Dunham, entre muchas otras. Por supuesto, también ha sido esta la década del movimiento #MeToo.

Las mejores series de la década

Tras este breve resumen de lo que ha supuesto esta década para la televisión, me gustaría hacer un breve recopilatorio de las que para mí han sido las mejores series de esta década (incluyendo series que han comenzado a partir de 2010 y alguna que, aunque haya empezado antes, ha tenido la gran mayoría de sus temporadas en esta década). Se trata de un top personal en el que incluyo algunas de las series más especiales para mí.

15. Anatomía de Grey (2005-hoy) (Disponible en Prime Video)
Como ya he dicho, este es un top personal, y en mi top personal no puede faltar Anatomía de Grey (ABC). Una serie que me ha acompañado ya durante, literalmente, media vida y que se esfuerza por seguir sorprendiendo y tratar temas cada vez más importantes dentro de ese “culebrón” de hospital. Shonda Rhimes es una de las creadoras de mayor éxito y con esta serie aprovecha una oportunidad única para visibilizar, especialmente en las última temporadas, problemas como el racismo, las adicciones o la violencia de genero.

14. Olive Kitteridge (2014) (Disponible en HBO)
He querido aprovechar este top para destacar esta miniserie de HBO que tan desapercibida pasó en su momento. Olive Kitteridge cuenta con un elenco maravilloso (Frances McDormand y Bill Murray) para abordar de una forma magistral temas tan humanos como el paso del tiempo, la melancolía, la soledad, etc. siempre con un toque de ácido humor. Una serie introspectiva que nos lleva al alma de estos personajes y que te hará reflexionar durante días.

13. Euphoria (2019-hoy) (Disponible en HBO)
Parece atrevido incluir una serie tan reciente que solo cuenta con una temporada en un ranking de toda una década. Pero Euphoria sin duda merece estar aquí. Esta serie sobre adolescentes, pero dirigida a un público adulto, parte de la vida de Rue (interpretada magistralmente por Zendaya), una joven con problemas psiquiátricos y de adicciones que intenta rehacer su vida. Más allá de ser una serie más de instituto cuenta con un trasfondo pocas veces visto y un nivel técnico y visual espectacular. Recomiendo a todo el mundo que no se deje llevar por posibles prejuicios y le dé una oportunidad.

12. Big Little Lies (2017-hoy) (Disponible en HBO)
Qué decir de esta pedazo de serie. Nicole Kidman, Reese Whiterspoon, Laura Dern…una historia absorbente capaz de atraparte desde el primer capítulo y que aborda desde el thriller un tema tan poco retratado en televisión como la sororidad y la violencia de género en un entorno de clase alta. Una primera temporada de 10 capítulos magistrales seguida de una segunda temporada que, aunque baja un poco el nivel, sigue manteniéndose como una de las series más destacadas de los últimos años.

11. True crimes: The Jinx / Making a murderer.
Esta década ha supuesto también el auge de los true crimes o series documentales basadas en asesinatos reales. Dos de los más relevantes han sido The Jinx (HBO – 2015) y Making a murderer (Netflix – 2015-2018). The Jinx nos trae la historia del empresario americano Robert Durst y una serie de asesinatos que se sucedieron en su entorno más cercano. Esta miniserie cuenta con uno de los finales más espectaculares y sorprendentes de la televisión. Making a Murderer, por su parte, nos cuenta la historia de Steven Avery y su sobrino, acusados (si fue justa o injustamente es lo que pone en relieve la serie) de asesinar a una joven y supuso, sin duda ,uno de los eventos televisivos del año y de la década.

Unas series fascinantes que te harán mantenerte pegado frente al televisor, con escenas (grabaciones reales) realmente sobrecogedoras. Imposible quedarme con una. Mención especial a Así nos ven (Netflix, 2019), otra miniserie sobre un asesinato real que sin duda merece la pena ver.

Continuará… ¡En el próximo post el TOP 10!